Conde de Regla

 Pedro Romero de Terreros

Romero de Terreros nació en Cortegana, Huelva, España, en 1710, y a sus 22 años, fue uno de los europeos que migró a la Nueva España, en busca del oro y las oportunidades de crecimiento de las que presumían los colonizadores.

Pero el joven no entró por la puerta grande; enfrentó privaciones, y tuvo que vivir bajo el cobijo de su tío, Juan Vázquez de Terreros, quien falleció cuando el muchacho apenas tenía 25 años.

Pedro siempre supo a qué había venido a la Nueva España, y trató de incursionar en la política; para el año 1742, en Querétaro, comenzó a ocupar una serie de cargos públicos: alcalde, alférez real y alguacil mayor.

Los empleos de Pedro no sólo lo llenaron los conocimientos, sino que también le brindaron información privilegiada, la cual le hizo saber que en la zona de Real del Monte, en Hidalgo, existían yacimientos de oro y de plata.

Romero de Terreros no tardó a dirigirse a ese sitio, en donde años más tarde fundó el pueblo de Huasca de Ocampo, que hoy forma parte del programa 'Pueblos Mágicos' del gobierno federal.

En 1743, Romero de Terreros puso en marcha sus dos más ambiciosos planes: la explotación de minas y la puesta en marcha del Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas, al que hoy en día conocemos como Nacional Monte de Piedad, a donde muchos acuden cada enero para buscar solvencia, y poder hacer frente a los estragos que dejaron los estragos financieros de fin de año.

Este tipo de acciones incrementaron de manera significativa las ganancias del hombre, quien, según algunos estudiosos de su vida y pobladores de Huasca de Ocampo, llegó a convertirse en el hombre más rico del mundo a mitad del Siglo XVIII.

La fortuna de Romero de Terreros no pasó desapercibida para la realeza, ya que además este hombre se dedicó a ayudar a la Iglesia y contribuyó a la realización de obras culturales y de beneficencia.

El rey de ese entonces, Carlos III, vio con buenas ojos el estilo de vida de Romero de Terreros, y le otorgó el título de Conde.

Fue entonces que el fundador de Huasca de Ocampo comenzó a ser conocido como Pedro Romero de Terreros, Primer Conde de Regla, en honor a la Virgen de Regla, a la que el español era devoto, y quien tiene muchos fieles en España y Cuba.